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El mundo dejó de ser redondo...

Posted by Eduardo Zamora on 19:51


El 30 de mayo de 1967 las provincias del sudoeste nigeriano anunciaron su secesión y se autodenominaron la República de Biafra. Una semana después el gobierno federal de Nigeria lanzó una campaña militar contra la nueva república y el 30 de octubre tomó su capital, Enugu. Dos años después, la campaña militar disminuyó y Nigeria tomó una política de sitio y bloqueo sobre el pequeño territorio de Biafra, dejando más de un millón y medio de muertos por las armas o por la hambruna. Pero un día todo cambió.

Se anunció la visita del Santos de Pelé y un partido contra la selección nigeriana y el conflicto se detuvo. Nigeria y Biafra hicieron una tregua, un alto al fuego de dos días para que todos sus habitantes pudiesen ver a Pelé (mayor goleador de la historia de la selección brasileña). Meses después, en enero de 1970, la guerra terminó con un saldo muy alto de vidas humanas, aminoradas por la llegada de Pelé y su Santos, y por supuesto, del fútbol.

Así como Pelé calló el ruido de las armas en Nigeria por dos días, Ghiggia, Puskás, Müller, Di Stéfano, Francescoli, Garrincha, Butragueño, Kempes y muchos otros jugadores de fútbol lograron levantar a la gente de sus asientos, que se olvidaran de todo problema, que vivieran por un momento la gloria y el placer, para hacerles recordar que no es por casualidad que el mundo es redondo, redondo como una pelota de fútbol.

Pero ya dejó de serlo, o lo es mucho menos desde hace un par de décadas. El espectáculo se arruinó, se olvidaron de jugar porque divierte y se convirtió en un negocio y como tal, se corrompió.

Se empezó a jugar por el dinero y los equipos dejaron de serlo porque todos querían lucirse, todos querían ser el centro de atención y brillar. Ya no es alegría, es ganar y el jugador se convierte en un producto. Los empresarios hacen con él lo que les plazca: lo venden, lo compran, lo que sea prometiéndole el mundo. Se entrenan forzosamente a diario y viven de analgésicos e infiltraciones de cortisona para calmar el dolor. Juegan de 35 a 45 partidos por temporada con la presión de ser el mejor. Veinte años antes el Mágico González no se entrenaba nunca y llegaba tomado a los juegos pero desde que tocaba la pelota hacía lo que su nombre reza: magia. Y él mismo lo dice, “…tengo una tontería en el coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme.”

Ahora los futbolistas tienen una vida digna de militares y a los 20 o 30 años están exhaustos, muertos, inservibles. Ya no disfrutan, viven con la presión de no decepcionar, se les paga para ganar y por eso se invirtió en ellos, se les fichó. Fichajes a costos estratosféricos, números exagerados. Los mercados de futbolistas se han convertido en el centro de atención. Todos compran aunque no necesiten y los supuestos fichajes venden millones de periódicos. Antes las ganancias de los equipos se hacían de la venta de boletos para ver los partidos, ahora el 51% de los ingresos de los equipos sudamericanos dependen totalmente de las transferencias de jugadores.

Se acabaron las ganas de divertirse y divertir al hincha, los goles ya son menos, son extraños. Los grandes sólo se preocupan en no perder; en ganar 1 – 0 y llevarse los puntos, dejaron de arriesgar. En el mundial de Suiza en el 54 se anotaron un estimado de 5.4 goles por partido y 52 años después en Alemania se anotaron 2.3. Triste. El entrenador dejó de ser entrenador y se convirtió en director técnico. En un dictador que detiene la improvisación y limita las libertades de los futbolistas, se paran donde él dice y hacen como él quiera. En Brasil se olvidaron del 1- 4- 5 y le dieron vuelta, ahora son cinco defensas, cuatro medios de los que dos son defensivos, y un delantero solo, a que meta lo que pueda, las pocas bolas que le llegan. Renunciaron a la diversión y lo que importan son los resultados y si los resultados no llegan el técnico se va, se van como los dulces. Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo, en su libro El fútbol a sol y sombra, lo explica así:

"La maquinaria del espectáculo tritura todo, todo dura poco, y el director técnico es tan desechable como cualquier otro producto de la sociedad de consumo. Hoy el público le grita:
¡No te mueras nunca!
Y el Domingo [sic] que viene lo invita a morirse.
El cree que el fútbol es una ciencia y la cancha un laboratorio, pero los dirigentes y la hinchada no sólo le exigen la genialidad de Einstein y la sutileza de Freud, sino también la capacidad milagrera de la Virgen de Lourdes y el aguante de Gandhi."


Pero ahora que el fútbol dejó su naturaleza deportiva y se convirtió en “un fútbol negocio, un fútbol dinero” como lo llama Rattín, antiguo mediocampista de Boca allá por el 66, hay que saber manejarlo bien. Un mercado libre funciona perfectamente, el mercado de piernas no es tan diferente a cualquier otro.

Lamentablemente los políticos y burócratas de la FIFA han intervenido, han creado una “cláusula de reserva” que impide a los clubes manejarse libremente. Evitan el espectáculo por el miedo a la monopolización del fútbol. Pero el fútbol no se puede monopolizar. Se necesitan dos equipos para jugar un partido. Además existe la "Hipótesis de la incertidumbre del resultado" que Lorenzo Bernaldo de Quirós, en su artículo "Fútbol y economía", plantea así: “Si uno o dos clubes se vuelven demasiado fuertes, el eventual interés de los espectadores por el espectáculo puede desvanecerse.” Y el fútbol perdería su razón de existir.

Sea como sea manejado, el fútbol es un deporte y una industria que maneja cantidades inmensas de dinero, todo gracias a la pasión y las alegrías que pueden crear sus integrantes. Una industria que empezó con una pelota de caucho, un par de piernas y muchos sueños. Galeano tiene razón: “El fútbol es el deporte más barato del mundo. Pero la pelota tiene mágicos poderes y puede hacer brotar mucho dinero del pasto.”


Eduardo Zamora

(Por alguna razón, al publicar la entrada la cita en bloque pierde las sangrías que le pongo al editarlo, espero comprendan)

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2 Comments


FONDO: 4.5/5
Es un tema muy interesante y además actual. Aunque es un tema que podría interesar sólo a una parte de los lectores, tiene valor informativo porque el fútbol es el deporte más visto del mundo, según estadísticas.
Me gustó mucho que hayas citado libros y personajes famosos del fútbol que le dan credibilidad al texto, y también datos histórico que son el contexto.
Además fue interesante escuchar tu opinión respecto a lo que es ahora este deporte.

FORMA: 3/5
Pienso que la introducción está un poco desligada o no se supo unir al contenido del texto. Es una introducción interesante pero se debía relacionar más con el fútbol y el negocio que es ahora.
-Hay varios errores de ortografía y de redacción:
-Dos años después (coma) la campaña militar disminuyó...
-... y bloqueo (con tilde) sobre el pequeño territorio de Biafra...
-...ver a Pelé (podrías haber explicado brevemente quién es él, no suponer que todos saben).
-...Francescoli, Garrincha, Butragueño, Kempes y muchos (otros jugadores de fútbol) lograron levantar a la gente de sus asientos...
-...que no es por casualidad que el mundo es redondo (no se entiende bien la relación de esto con el fútbol, habría que explicar).
-Me gusta tu forma de escribir, dinámica y rápida. La puntuación la hace ser una lectura que no aburre. Bien.
-Es bueno que uses oraciones cortas. Bien.
-...el jugador se (convierte)en un producto.
-Los empresarios hacen con él lo que les plazca (dos puntos), lo venden, lo compran, lo que sea prometiéndole el mundo.
-Se acabaron las ganas de divertirse y divertir al hincha, los goles ya son menos, son extraños (punto)
-En el mundial de Suiza en el (año) 54...
-El entrenador dejó de ser (entrenador)y se convirtió en director técnico.
-Eduardo Galeano (como aposición, poner quién es él), en su libro El fútbol a sol y sombra (entre comillas)
-y el Domingo (con minúscula)
-El cree que el futbol (con tilde)
-Todo lo que él dijo va entre comillas.
-...la Hipótesis de la Incertidumbre del Resultado (entre comillas y sin mayúsculas) que Lorenzo Bernaldo de Quirós...
-en su artículo Fútbol y economía (entre comillas)

Bien, la redacción no está mal pero la ortografía hay que mejorarla.
Saludos,

LAuxiliar, Crista Luna


Fondo: 5/5
Excelente artículo. Los felicito por exponer su punto de vista. Transmiten conocimiento, certeza, confianza de lo que están escribiendo. Es un artículo fácil de leer y entender.
Considero que ver ahora el mundial no es como lo era antes, ya no se ven goles, todos juegan fijándose en defenderse y no atacar. Comparto su opinión.



Forma: 3.5/5
Deben de cuidar su redacción y faltas. Creo que la mayoría las pudieron haber evitado. Pueden mejorar este aspecto, es únicamente de poner más atención.

Correctora: Karla González

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