Cucarachas.
Imagino que tras ver la foto y leer el título lo único que ha pasado por sus mentes han sido esas dos letras que pueden convertirse en cuantas quieran: Ew. O Ewwww. Las cucarachas representan todo lo inmundo y sucio que conocemos. Todos nos asqueamos al verlas o saltamos llenos de miedo y de pavor. Pero ¿por qué? Sí, tienen muy mal aspecto y se mueven en la porquería. Pero una cucaracha de laboratorio, que no ha sido expuesta a ningún tipo de suciedad es más sana que cualquier chocolate o dulce. Es pura proteína.
Nos asquea un insecto que, visto objetivamente, es admirable. Datan del periodo Carbonífero, hace 354 - 294 millones de años y han evolucionado muy poco. Son excesivamente resistibles, soportan entre seis y quince veces más radiación que el ser humano por su caparazón de quitina y gracias a la falta de un sistema de irrigación interno no hay forma que las enfermedades se cultiven en ellas. Pueden sobrevivir sin agua por un mes y si es necesario absorben la humedad ambiental a través de su cuerpo. Es sorprendente que ese insecto que muere a diario bajo periódicos y suelas soportaría mucho más que nosotros en cualquier escenario extremo. Y, en un ambiente controlado o limpio no son nada asquerosas, ellas mismas no transmiten ninguna enfermedad.
Vomitamos si cualquier cucaracha se osa a cruzar por nuestra comida sin saber donde estuvo antes y si es realmente dañina o no, pero todos añoramos un beso, acto con mayor porcentaje de transmisión bacteriana por centímetro cúbico que existe. Dependiendo de las circunstancias, creo que a veces estamos algo confundidos...
Eduardo Zamora